La composición de K2-229b es un núcleo
metálico, como el de nuestro vecino más cercano al Sol, y no se parece al de
otros planetas conocidos.
Sus observaciones ayudarán a
comprender mejor cómo se formó Mercurio.
Mercurio es algo así como una gran
esfera de metal gigantesca, ‘barnizada’ de roca, y los científicos especulan
con que se trata, en realidad, del núcleo de lo que fue un planeta más grande,
dado que posee solo una delgada capa de roca, en comparación con su gran núcleo
metálico. Esto le confiere una enorme masa.
Un planeta de la misma composición que
Mercurio llama la atención, y excita la curiosidad de los científicos sobre su
formación. A diferencia de otros planetas conocidos, como Venus, Marte o la
propia Tierra, que tienen una masa compuesta aproximadamente de un 30% de
núcleo metálico y un 70% de manto de silicatos, K2-229 b está formado
esencialmente de un núcleo metálico, igual que Mercurio.
Varios escenarios se han propuesto
para explicar esta composición tan extraordinaria. Una de ellas es que un
impacto pudo haber arrancado las capas externas de este planeta, dejando su
núcleo prácticamente desnudo. Lo mismo pudo ocurrirle a Mercurio, aunque estas
hipótesis son muy debatidas por los científicos aún.
Además de ayudar a catalogar otros
planetas similares a Mercurio, el hallazgo de K2-229 b ayudará a detallar las
observaciones de campo de nuestro vecino más cercano al Sol (con MESSENGER y
BepiColombo8) en el contexto general de la formación y evolución de planetas
terrestres solares y extrasolares.
Referencia: 'An Earth-sized exoplanet
with a Mercury-like composition'. A. Santerne, B. Brugger, A. Vigan. Nature
Astronomy (2018). Doi:10.1038/s41550-018-0420-5
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